El edificio madrileño de la calle Fundadores 27, construido en el año 1912, se sometió a un proceso de rehabilitación que comenzó a finales del 2021. La edificación posee dos volúmenes unidos por una escalera que accede a todas las plantas y una de sus fachadas, la del volumen sur, catalogada como protegida.
Durante las obras se procedió a demoler todo el inmueble excepto la fachada principal que permaneció apeada durante el transcurso de las obras. Por este motivo el peticionario solicitó a Ingenieros Asesores realizar una monitorización y seguimiento de vibraciones e inclinación durante todo el período de rehabilitación.
Una fachada catalogada como protegida es aquella que tiene un valor arquitectónico, histórico o cultural significativo y que por tanto debe preservarse en su estado origina o con las modificaciones mínimas.
Son consideradas patrimonio cultural y forman parte del paisaje urbano.
A la hora de rehabilitar un edificio con fachada protegida, se pueden presentar diferentes retos debido a las restricciones y regulaciones establecidas para su preservación, como restricciones en las modificaciones, uso de materiales tradicionales, procedimientos de permisos y aprobaciones o costes adicionales al tener que emplear técnicas especializadas.
Para realizar las mediciones se emplearon sensores de monitorización con inclinómetro-acelerómetro acompañados de detectores de temperatura y humedad a una altura de 11,4 metros (en los balcones de la planta tercera de la fachada principal).
En este caso al no existir fisuras que controlar, los sensores no miden apertura, pero sí estaban preparados para ello en caso de que apareciese una fisura cercana que fuese necesario controlar.
Durante todas las obras de rehabilitación se dispuso constantemente de valores registrados por los acelerómetros y los inclinómetros, dando como resultado que las oscilaciones máximas no representaron en ningún momento valores fuera de rango y la inclinación máxima, calculada mediante algoritmo a partir de los datos de aceleración, no superó los valores límite por lo que se consideró como seguro.
Por tanto, Ingenieros Asesores pudo concluir que las mediciones tomadas durante el periodo de seguimiento en tiempo real se encontraron dentro de los valores de seguridad estructural, siendo innecesaria la aplicación de medidas correctivas.
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