El futuro de la monitorización estructural de edificios incorpora métodos basados en la Inteligencia Artificial. La finalidad de esta monitorización es llevar a cabo la prevención (o la corrección) en el mantenimiento de los edificios aumentando su seguridad y garantizando la conservación estructural de los edificios. Tanto la IA como el blockchain forman parte de este futuro en un sector, la construcción, en estado de constante transformación digital.
La digitalización a gran escala va a generar un ahorro importante en este sector. De hecho, el estudio llevado a cabo por The Boston Consulting Group estima ahorros de hasta un 21 % en las fases de diseño y construcción de edificios. Por otro lado, se estima que la economización de la fase de operaciones podría llegar a un 17 %.
Hay que tener en cuenta que las aplicaciones móviles inteligentes, el BIM, los robots o los sensores loT ya se aplican en la actualidad y logran la mejora de la seguridad en los entornos de construcción.
Se trata de integrar diferentes planos del edificio de forma que todos los agentes implicados vuelcan los datos. Mediante algoritmos de aprendizaje automático, se predicen posibles futuros problemas y se previenen o minimizan sus efectos dañinos sobre el edificio concreto.
De esta forma, mediante la monitorización de la salud estructural, se supervisa a distancia con los datos que se registran de toda la estructura. Incluso se pueden configurar sistemas de alarma con medición de umbrales que envían e-mails o mensajes a los responsables del sistema.
Se colocan sensores a lo largo de la estructura que monitorizan las lesiones mecánicas provocadas por diferentes causas. Al medir en tiempo real, por ejemplo con la tecnología IoT, se pueden tomar decisiones en el mismo momento en el que se recibe la información.
Además, el sistema va a ofrecer las medidas de actuación más ajustadas al problema, de forma que no se necesita un tiempo extra para la toma de decisiones respecto de un daño determinado. De esta forma, implementando la IA se ahorra tiempo, se ajustan las respuestas y se eliminan o reducen los errores.
Las blockchain son una de las tipologías concretas de las Bases de Datos Distribuidas o DLT. Garantizan que todas las partes tienen la misma información y se evita que la desconfianza pueda integrarse en un sistema. En las blockchain no puede falsificarse nada, por lo que son ideales para realizar los smart contracts o contratos inteligentes. Los smart contracts sustituyen al papeleo tradicional e implican contratos que se ejecutan por sí mismos. No intermedian terceros y se ejecutan informáticamente.
Por tanto, esta tecnología aplicada al sector de la construcción implica unificar datos garantizando la calidad de información sobre los materiales, su disposición o su trazabilidad. Y, como se ha explicado, mediante el blockchain se puede mejorar la calidad en la contratación mediante los smart contracts que gestionan asignación de los trabajos a diferentes partes implicadas.
En definitiva, el futuro de la monitorización estructural de las construcciones implica que estas podrán, mediante la IA aplicada a todos los procesos y fases, autorregular las acciones para lograr el mantenimiento correctivo que se necesite en cada momento en cualquier tipo de edificio o construcción.
