De entre todas las lesiones mecánicas que puede presentar una edificación, las grietas en fachadas de ladrillo son unas de las más conocidas y alarmantes. Estas se producen como respuesta a cambios dentro o fuera de la propia construcción (vicios ocultos, incorrectos cálculos estructurales, defectos en los materiales de construcción, etc.).
Teniendo en cuenta que las fachadas de ladrillo visto son de las más habituales en las ciudades, es importante conocer sus necesidades con la finalidad de contribuir a su correcto mantenimiento y conservación, de lo contrario podrían aparecer lesiones físicas (humedades o suciedad), lesiones químicas (oxidación y corrosión) o lesiones mecánicas, como las grietas.
Aunque las grietas en fachadas de ladrillo se pueden reparar, no deben ser un problema a subestimar, ya que las grietas tienden a extenderse y agrandarse rápidamente. Las grietas estructurales pueden ser peligrosas, por lo que conviene conocer las causas por las que pueden aparecer, para poder prevenirlas desde su origen. Las más comunes son:
Las grietas en las fachadas de ladrillo pueden aparecer por una mala dosificación del mortero. Es importante que la mezcla del cemento sea de alta fluidez y consistencia, sin exudación o retracción, y que tenga una adherencia alta al sustrato.
Además, para una correcta dosificación del mortero es importante realizar previamente ensayos de laboratorio y siempre debe asegurar la resistencia que haya especificado el proyectista. Por otro lado, los componentes del mortero deben estar siempre proporcionados, es decir, dosificados, para que formen una masa plástica, homogénea y de fácil manejo, que no se disgregue.
Existen grietas que son el resultado de tensiones estructurales que no se contemplaron en la etapa de diseño. ¿Qué puede originar tensiones estructurales? Por ejemplo, los asentamientos de la propia edificación, los movimientos de suelos, muros y cimentaciones o la alteración del conglomerante, que puede implicar cambios en el volumen.
Muchas grietas en las fachadas de ladrillo se producen debido a una cimentación inadecuada con respecto a las características del terreno, la cual ha sido mal diseñada o calculada. Un estudio geotécnico previo es una fuente muy útil que permite conocer con precisión las características del suelo, y valora el número de sondeos, ensayos y pruebas de laboratorio que se necesitan para determinar cuestiones como las cimentaciones alternativas adecuadas, la profundidad del estrato resistente, asientos, precauciones a tener en cuenta en la ejecución de la cimentación, agresividad del terreno, etc.
Prescindir de un técnico cualificado que realice un estudio geotécnico y preferir sobredimensionar la cimentación es un error que a largo plazo puede salir muy caro con la aparición de grietas. Asimismo, en otras ocasiones el fallo puede estar en la ejecución de la cimentación y no la planificación, en especial si se emplean materiales y materias primas de baja calidad.
Hay que tener en cuenta que todo elemento de una construcción está sometido a ciclos periódicos de enfriamiento y calentamiento. A lo largo del año, la sucesión de las estaciones hace variar de forma notable la temperatura ambiente. Los cambios de temperatura, en especial cuando son altas, inducen una expansión térmica en los materiales y provocan dilataciones y contracciones.
Si esto no se controla a través de juntas de dilatación, las fisuras y las grietas irán en aumento. Asimismo, también existe lo que se conoce como expansión térmica negativa, un proceso fisicoquímico poco común en el que algunos materiales de construcción se contraen al calentarse, en lugar de expandirse como lo hacen la mayoría de los otros materiales.
La mala calidad de los materiales utilizados es una de las causas más habituales en la aparición de grietas en fachadas de ladrillo.
Las grietas en fachadas de ladrillo pueden degradar rápidamente la construcción, ya que a través de ellas se producen puntos de entrada de agua desde el exterior. Antes de proceder a la reparación de este tipo de grietas es importante comprobar que el asiento se ha estabilizado y que la grieta se considera que está «muerta». Estas son algunas de las soluciones más habituales a las grietas en ladrillos:
En resumen, ante la presencia de grietas en fachadas de ladrillo es muy importante analizar en primer lugar cuál es la razón por la que se han producido. Una vez hecho, una rápida actuación es determinante para prevenir la aparición de problemas de carácter estructural más graves.