El certificado de superficie es un documento importante y que no puede faltar en una construcción. En caso de no tenerlo, surgirán determinados problemas que es mejor evitar. Sin embargo, al ser un documento técnico, el público generalista puede no conocer qué ofrece o en qué consiste.
El certificado de superficie es un documento técnico oficial que acredita que una construcción tiene una superficie determinada. Es el resultado de la medición del edificio, la cual será exacta, y estará firmado por un técnico profesional. Además, se indica la compartimentación del inmueble y los diferentes usos que se le den. Al estar firmado por un técnico, este documento adquiere validez oficial.
El certificado consiste en las diferentes medidas necesarias para valorar el inmueble. Es más importante tener en cuenta estas cifras que su antigüedad, materiales u otras características, ya que el precio final del edificio dependerá del coste del metro cuadrado. Por lo tanto se aporta:
Así, se conoce de forma sencilla cuánto espacio se utiliza por parte de las personas, el área que ocupa la construcción principal y otras, como es el caso de los cierres de la parcela, y el espacio que ocupan los elementos que conforma el propio inmueble. Esto último se consigue a través de un coeficiente de participación de los elementos comunes.
Este tipo de certificados son útiles en diferentes situaciones. Sin ellos, no se podría modificar o legalizar una construcción, entre otros casos. Estas son las más importantes.
Sin este documento no se podría conocer las medidas del edificio en venta, lo que haría difícil obtener una tasación fiel y, por lo tanto, un precio justo.
La división horizontal consiste en la división de un inmueble en varios espacios o una finca. Este acto se realiza una vez está construido el edificio y requiere del certificado de superficie para conocer las medidas exactas.
Es posible que la superficie que aparezca en el catastro no sea la misma que la real. Este error puede darse al introducir los datos del inmueble y que llega a permanecer años intacto.
También es útil para realizar modificaciones en el catastro o aportar información nueva en caso de que se dé algún cambio. Al fin y al cabo, el documento seguirá aportando datos oficiales y esenciales.
El certificado de superficie se solicita en el momento en el que el organismo competente lo requiere. El tiempo de entrega dependerá en buena medida del técnico al que se le encargue su confección, por lo que es recomendable recurrir a aquel que ofrezca una solución más ágil.
En cuanto a los requisitos para confeccionarlo, no existe un modelo concreto. De hecho, no hay normativas que regulen cómo debe hacerse este documento. Sin embargo, algunos colegios de arquitectos tienen pautadas ciertas normas para redactarlo. Así que habrá que contactar con un profesional e informarse sobre cómo hacer el documento o los requisitos que se piden. Pese a esto, y por lo general:
Hay diferentes organismos que lo van a solicitar por diferentes motivos. Este es el caso de los ayuntamientos, el catastro, un registro de la propiedad y similares. Habría que presentarlo ante aquellas instituciones que tengan que validar la oficialidad y legalidad de una construcción, así como las que se encargan de registrar que esto se ha realizado conforme a los cauces legales pertinentes.
El certificado de superficie es un documento importante, acredita ante diferentes instituciones las medidas del edificio y legaliza su estado. Es necesario presentarlo cuando sea requerido por la autoridad, por lo que habrá que tener en cuenta cuánto tardaría en expedirlo un profesional y recordar que no existe una normativa que regule su confección.