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Deterioro de edificaciones y estructuras

Deterioro de edificaciones y estructuras

A la hora de hablar acerca del deterioro de edificaciones y estructuras es conveniente tener en cuenta dos términos fundamentales: integridad y envejecimiento estructural. 

La integridad estructural y el envejecimiento de las edificaciones y estructuras están estrechamente relacionados.  

La integridad estructural se refiere a la habilidad de una estructura o componente para soportar las cargas y desempeñar correctamente la función para la que ha sido diseñado sin presentar fallos 

Por otro lado, el deterioro natural que le ocurre a una estructura de forma inherente con el tiempo es lo que se conoce como envejecimiento estructural, aunque este término forma parte del lenguaje desde hace relativamente poco tiempo.  

Una definición más precisa del término “envejecimiento estructural” sería: conjunto de cambios y deterioros en las estructuras y los materiales que las componen producidos por la acción del paso del tiempo en un determinado ambiente y uso.  

¿Qué se considera daño estructural? 

El daño estructural en edificios o estructuras se refiere a cualquier tipo de deformación, falla o debilidad en la estructura de un edificio o una construcción que pueda comprometer su capacidad de soporte, estabilidad y seguridad.   

Puede ser causado por diversas razones como: 

  • Cargas excesivas  
  • Vibraciones  
  • Movimientos del suelo  
  • Eventos naturales (terremotos, inundaciones) 
  • Deficiencias en el diseño, construcción o mantenimiento de la estructura.  

Factores ambientales y externos que influyen en el deterioro estructural

El envejecimiento se produce por la exposición de la estructura a factores como: 

  • El clima 
  • La humedad 
  • La temperatura 
  • La corrosión 
  • El tráfico 
  • La sobrecarga 
  • La falta de mantenimiento 

El deterioro de las estructuras puede ser acelerado por factores como la falta de mantenimiento y la exposición a cargas excesivas, por lo que es importante que se realice un mantenimiento regular y adecuado de la estructura para prevenir el envejecimiento prematuro y detectar cualquier problema temprano.  

Signos de deterioro de edificaciones y estructuras 

La existencia de deterioro de edificaciones y estructuras se manifiesta de diferentes maneras, dependiendo de la naturaleza y la gravedad del problema. Algunos ejemplos comunes son: 

  1. Grietas en paredes, techos o suelos, que indican que la estructura se está desplazando o deformando
  2. Deformaciones, normalmente resultado de una sobrecarga o una falla en la estructura, pueden incluir pandeo, torsión o flexión.  
  3. Pérdida de capacidad de carga, producida cuando la estructura ya no puede soportar el peso que se supone que debe soportar, debida generalmente a la pérdida de resistencia del material o a una falla en la conexión de los elementos estructurales.
  4. Corrosión, que degrada a los materiales por exposición a sustancias químicas o al ambiente en general y que puede afectar a la integridad de la estructura, especialmente si son de acero o metal.
  5. Fallo en juntas, causados por una mala calidad de los materiales o una mala técnica de unión, lo que puede debilitar la estructura. 


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¿Cómo evaluar los daños estructurales? 

Los fallos que puedan ir apareciendo a lo largo de la vida útil de una estructura y es por esto que tanto las inspecciones como la monitorización estructural resultan cruciales a la hora de detectar eventuales problemas que puedan aparecer.  

Las inspecciones, tanto programadas como no programadas, constituyen el método tradicional y más habitual que se ha venido utilizando para vigilar las estructuras, pero en las últimas décadas estas inspecciones se están completando con la monitorización estructural.

Monitorización del deterioro de edificaciones y estructuras a lo largo de su vida útil 

Siendo un método complementario a las inspecciones industriales, la monitorización estructural realizada desde las primeras etapas resulta vital para realizar un buen seguimiento de la estructura y detectar eventuales problemas que puedan aparecer, ya sean imprevistos o fallos normales debidos al envejecimiento estructural.  

Un ejemplo de ello es el comportamiento estructural del hormigón, el cual sufre una alta probabilidad de fallo durante los primeros años de vida debido a posibles acciones imprevistas durante la obra u otros problemas que se dan en la fase inicial.  

Resulta evidente por tanto que la monitorización durante la construcción y primeros años de vida de una edificación o estructura es clave para corregir los deterioros causados por el envejecimiento estructural y otros factores que puedan afectar a su integridad.  

Los datos obtenidos durante las inspecciones y la monitorización de las estructuras son útiles para la detección de daños, evaluación de la seguridad y determinación de la capacidad residual de las estructuras, siendo la detección temprana de daños particularmente importante ya que conduce a intervenciones apropiadas y oportunas.  

 

Monitorización estructural

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