Monitorizar la flecha de un forjado, en ciertas circunstancias, es esencial para garantizar la seguridad, cumplir con las regulaciones, mantener la funcionalidad y prolongar la vida útil de una estructura.
La monitorización estructural proporciona información crítica sobre el comportamiento real de los elementos estructurales y permite tomar medidas preventivas o correctivas para evitar problemas potenciales.
Los forjados, como comentábamos en este artículo “Tipos de forjados y sus características” son componentes estructurales de suma importancia en construcción, al ser los elementos horizontales encargados de soportar las cargas y transmitirlas a los elementos verticales como pilares y muros, para que estos a su vez las transmitan a la cimentación y al terreno.
La flecha de un forjado se refiere a la deformación vertical que experimenta un elemento estructural como una viga, un arco, una losa u otro elemento estructural análogo cuando se somete a una carga; es la curvatura o desplazamiento hacia abajo que ocurre en un elemento horizontal debido a la acción de la carga aplicada y se mide como la distancia vertical entre la posición original del elemento y su posición deformada bajo la carga.
Es una respuesta natural de los materiales estructurales a las cargas que actúan sobre ellos y se produce debido a la flexibilidad inherente de los propios materiales y a la redistribución de las tensiones bajo la carga.
Sin embargo, si las cargas aplicadas son demasiado grandes o si se mantienen durante períodos prolongados, la deformación puede volverse permanente y afectar a la integridad y estabilidad de la estructura.
Los códigos de construcción y las normativas suelen establecer límites para las flechas máximas permitidas en los forjados, con el objetivo de garantizar la seguridad, la funcionalidad y el rendimiento de las estructuras.
La monitorización de la flecha de un forjado resulta de vital importancia por varias razones:
Un caso práctico donde se valora positivamente la utilidad de monitorizar la flecha de un forjado es durante la realización de una prueba de carga del mismo.
De esta forma se evalúa su comportamiento y verifica su resistencia y deformación bajo cargas máximas en tiempo real para asegurar que el forjado cumple con los requisitos de diseño y las normativas aplicables.
Durante la prueba de carga se aplican cargas adicionales al forjado para simular situaciones de carga máxima o cargas de servicio intensivas. La monitorización se realiza para medir y registrar las deformaciones y las respuestas del forjado bajo estas cargas extremas.
Esto proporciona información valiosa sobre la capacidad de carga, la resistencia y la seguridad estructural del forjado.
Una vez finalizada la prueba de carga se analizan los datos registrados para evaluar el comportamiento de este y comparar así las deformaciones medidas con los criterios de diseño y los limites establecidos por las normativas, permitiendo obtener así información confiable y precisa del comportamiento bajo cargas máximas.
Esto es crucial para verificar la resistencia estructural y garantizar la seguridad y la calidad de la construcción.
Como se puede ver, emplear la monitorización estructural para determinar la flecha de elementos estructurales como es el caso de los forjados o vigas, resulta una buena opción de cara a garantizar la seguridad estructural, el cumplimiento normativo y sobre todo, mantener y alargar la vida útil de la estructura.