Cuando una empresa o comunidad de vecinos se plantea medidas de ahorro en su edificio en muchas ocasiones las soluciones adoptadas se quedan a medio camino de las posibilidades reales del inmueble. Ya sea porque no exista un asesoramiento adecuado a nivel de ingeniería o por desconocimiento de las nuevas tecnologías al final se sigue escapando más dinero del necesario, las más de las veces, en forma de electricidad.
Es evidente que la mejor manera de implantar un buen diseño de gestión eficiente de la energía es desde la base, es decir, desde las etapas de proyecto de construcción cuidando aspectos como por ejemplo:
En cambio si la necesidad es la de adaptar un edificio ya construido y en funcionamiento nos encontraremos ciertas limitaciones a la hora de aplicar acciones correctivas aunque eso no significa que el ahorro que se puede conseguir sea despreciable, todo lo contrario.
Simplemente con modernizar el sistema de calefacción / refrigeración y sustituirlo por uno más eficiente (etiquetado energético, bombas de calor reversibles…) e incluso apoyarlo con algún tipo de energía renovable disponible en el entorno (geotérmica, solar, biomasa…) puede conseguirse reducir el consumo habitual un 50%.
Además a la hora de hacer cuentas no sólo se debería pensar en la amortización de la obra en relación al ahorro energético posterior. Normalmente existen subvenciones estatales o autonómicas para este tipo de actuaciones de rehabilitación de edificios de cara a la eficiencia energética. Para conseguir estas ayudas confiar en una empresa como Ingenieros Asesores de Construcción S.L. facilita en extremo todas estas gestiones.
Cabe reseñar que los mayores ahorros conseguidos en edificios ya construidos han sido resultado de la mejora de la envolvente del inmueble ya que escogiendo la opción óptima para cada caso representa protección contra el frío y contra el calor.
Dentro de las múltiples opciones que hay para mejorar la envolvente térmica de un edificio la que mejores resultados está arrojando es la del revestimiento exterior, y dentro de esta categoría está la opción de la fachada ventilada o trasventilada.
Este tipo de revestimiento consta de tres capas:
La hoja interior consiste en una estructura que se fija sobre la vieja fachada del edificio y está destinada a soportar la capa aislante y la hoja exterior.
La capa aislante es una de las partes más importantes del sistema. Lo más interesante llegados a este punto, ya que siempre estamos hablando en clave de eficiencia, es instalar un aislante que proteja tanto de las variaciones térmicas como de las agresiones acústicas a la vez. Actualmente la tendencia es utilizar lanas minerales de vidrio o roca (LMV o LMR).
Para la hoja exterior también existen multitud de posibilidades en el mercado que compiten en durabilidad y estética. Incluso existen variantes con capacidad de generación fotovoltaica que servirían de ayuda para reducir el consumo energético del inmueble.
Una vez que estos tres elementos conforman la fachada ventilada su funcionamiento consiste en dejar una pequeña cámara de aire entre la capa aislante y la exterior, de manera que en los meses de calor al aumentar la temperatura de la hoja exterior se crea una corriente de aire convectiva que refrigera las capas ayudando a desalojar el calor antes de que penetre en el edificio.
Sin duda un proyecto de renovación de la envolvente térmica ya sea de un edificio de viviendas o un bloque de oficinas requiere un asesoramiento de calidad. En Ingenieros Asesores estaremos encantados de asesorarle para conseguir ahorrar en la factura energética del edificio y mejorar así su calidad de vida y trabajo.
