CuandLlevar a cabo acciones para evitar condensaciones en la envolvente de un edificio es muy importante para evitar que estas afecten a los acabados, fijaciones, cubiertas, fachadas o suelos. Una de las soluciones más habituales para prevenir este problema es utilizar una barrera de vapor, un elemento que impide la generación de humedades y condensaciones intersticiales causadas por las grandes diferencias de temperatura entre dos caras de un mismo cerramiento. De esta forma se evita el paso del vapor de agua.
Es cualquier material que ofrezca una gran dificultad al paso del vapor de agua, es decir, que evite que las moléculas de agua en forma de vapor pasen a estado sólido bajo forma de agua.
Se trata de un componente muy importante en la construcción de edificios. Su propósito es evitar que el vapor de agua llegue a las paredes, techos, áticos o espacios de acceso de los edificios, donde puede condensarse y hacer que los materiales de construcción desarrollen moho. El daño por condensación de agua debido al movimiento del vapor de agua puede causar problemas incluso en las estructuras más resistentes y amenazar la efectividad del aislamiento.
Según el Código Técnico de la Edificación (CTE) se consideran barreras de vapor aquellos elementos que tienen una resistencia a la difusión de vapor mayor que 10 MN ꞏs/g equivalente a 2,7 m2ꞏhꞏPa/mg.
Barreras de vapor pueden ser todos aquellos materiales que poseen una baja permeabilidad, y cumpliendo esta condición se puede decir que ese material forma una barrera de vapor. Así, los materiales más comunes son:
No obstante, los materiales más adecuados para las barreras de vapor son las emulsiones asfálticas o bituminosas, ya que desde el punto de vista químico son compatibles con otros materiales como el poliuretano, y garantizan un alto control de la humedad en los edificios.
Hay algunos supuestos en los que las barreras de vapor se deben colocar para conseguir el objetivo propuesto:
La necesidad de introducir en un cerramiento una barrera de vapor depende, principalmente, de tres factores:
Como la principal función de la barrera de vapor es evitar que el vapor llegue a la zona “fría” (exterior) del edificio, esta debe ser colocada en las capas más internas del cerramiento, para prevenir el riesgo de condensación. Es habitual colocarlas en la cara interior del aislante para protegerlo del riesgo de condensación o en las capas más internas del propio aislante.
Sin embargo, existen algunas excepciones a la hora de situarlas. Esto es lo que nunca se debe hacer con las barreras de vapor:
En conclusión, las barreras de vapor son elementos que se utilizan para ralentizar o reducir el avance del vapor de agua a través de un material. Para garantizar su eficacia, estos elementos deben ser instalados siempre en el lado cálido de la construcción. La clave para colocar con éxito una barrera de vapor es asegurarse de tener una barrera continua sin agujeros, huecos o uniones en los que penetre la humedad, razón por la que la calidad de los materiales utilizados es determinante para contar con una barrera de vapor eficaz.